Edilberto “Beto” Reyes conductor del Mercado Central, conocerá fortuitamente a Mercedes Rubio una millonaria dueña de uno de los holdings más importantes del país. Este encuentro transformará la vida de Beto Reyes y su familia. A la señora Rubio se le declara una supuesta enfermedad terminal y decide ir a vivir a Europa con la esperanza de encontrar allí una solución a su mal. Mercedes, que es una mujer sola, sin familia ni herederos, descubre que, al circular el rumor de su enfermedad, quienes la  rodean, lejos de ponerse mal, se alegran y esperan su muerte como una salvación. Fundamentalmente Emilio Iriarte su mano derecha y persona de confianza.

Desesperada y sumida en una profunda angustia, decide suicidarse. Cuando está por arrojarse desde un mirador en la vía a la Calera, Beto Reyes, que estaba allí con unos amigos, evita que esa desgracia suceda brindándole un momento de protección y afecto. Beto Reyes invita a Mercedes a comer a su casa en su camión de acarreos de frutas y verduras.

Todos los integrantes de la familia Reyes, que desconocen que se trata de una persona tan importante y sumamente rica, le brindan a Mercedes mucho cariño. La aparición de este hombre en su vida impulsa a Mercedes a elegirlo como la persona indicada para darle un escarmiento a Iriarte. Por eso, Mercedes designa a Beto Reyes como presidente del holding, dejándolo al frente de sus negocios y su casa.